Cada vez son más las empresas que se esfuerzan por tener sus instalaciones limpias, con las herramientas y equipos ordenados y sus recursos optimizados, ya que aunque hay que dedicar tiempo y esfuerzo a mantenerlo todo ordenado y limpio, se recupera en productividad.
Ya en la década del año 1950, en las plantas de Toyota de Japón, empezó a desarrollar la metodología de orden y limpieza 5S, un método procedimentado para organizar los lugares de trabajo eliminando lo que no sea realmente necesario, mejorando la organización y simplificando los proceso, cada uno en la medida de lo posible.
Las 5S vienen de 5 palabras en japonés que resumen los 5 principios de la metodología:: Clasificar (seiri), Orden (seiton), Limpieza (seiso), Estandarizar (seiketsu) y Mantener (shitsuke).
La clasificación tiene por objeto etiquetar para agrupar, clasificar y quitar lo que no sea útil. Mientras que el orden tiene el propósito de mejorar la eficacia en la ubicación de los productos y herramientas, con el fin de ser productivo en su utilización. La limpieza tiene por objeto mantener limpios y en buen estado los espacios de trabajo. El objetivo de la estandarización es reducir el número de variables, así como establecer procedimientos para que todo se ejecute de la misma manera. La disciplina tiene como objetivo mantener estos procedimientos en el tiempo, y que el orden, la limpieza y la utilización de recursos sea eficiente.
El resultado de esta metodología, una vez se ha implementado en la fábrica, es la obtención de una mejor en la productividad general, así como en la mejora de las condiciones de trabajo, que también redunda en mayor satisfacción de las personas, mayor cuanto mayor sea la duración en el tiempo en la que se trabaja aplicando la metodología basada en el orden y la limpieza.
Es importante que los recursos en las empresa se empleen de manera productiva, evitando al máximo la fuga de tiempos.
