Tanto los cepillos industriales como el equipamiento de mantenimiento y automatización de procesos de producción industrial juegan un papel crucial en la eficiencia y seguridad de numerosas aplicaciones en industrias como la petroquímica, siderurgia, química o energética, entre otros.
Sin embargo, cuando estos equipos operan en entornos con riesgo de estar en atmósferas explosivas, que se da en ciertas industrias, es imperativo que los equipos utilizados cumplan con la normativa ATEX, que garantiza la seguridad en dichos ambientes.
Cepillos industriales ATEX
Los cepillos industriales se utilizan para realizar tareas de limpieza, así como tratamiento y preparación de superficies, entre otras. Pueden fabricarse en diferentes formas, geometrías y materiales, dependiendo de la aplicación específica dentro del proceso.
Los más comunes son los cepillos con filamentos de alambres metálicos, sintéticos y de cerdas naturales, adaptados a las necesidades de cada industria y especialmente a la aplicación y forma de trabajo en la máquina.
En entornos ATEX, estos cepillos deben diseñarse teniendo en cuenta la minimización de la generación de chispas, que podrían desencadenar explosiones en atmósferas con gases inflamables, vapores o polvo combustible.
Uno de los principales desafíos técnicos en los cepillos industriales es garantizar que los materiales no produzcan cargas electrostáticas o fricciones que puedan originar chispas. Para ello, se utilizan materiales conductores en las cerdas o en el cuerpo del cepillo, como plásticos antiestáticos o metales no ferrosos. Además, la conexión a tierra de estos equipos es esencial para evitar la acumulación de cargas electrostáticas.
Por lo tanto, aquellos cepillos industriales que se integran en atmósferas explosivas (ATEX) que usen cerdas metálicas sólo pueden usar alambres de latón.
Si los cepillos técnicos tuvieran que utilizar filamentos sintéticos, éstos sólo podrían utilizar filamentos de dos tipos de filamentos muy técnicos y especiales, que es o bien una poliamida 5 antiestática, que no genera electricidad estática en su roce con la superficie de trabajo, o bien una poliamida 5 conductiva que hace que se transmita la carga eléctrica generada en el rozamiento hacia algún elemento de derivación a tierra.
Y por último, si los cepillos usasen filamentos naturales, éstos se pueden utilizar con los tampico, que tampoco genera electricidad estática con su rozamiento.
Normativa ATEX: aspectos clave
La normativa ATEX se deriva de dos directivas europeas, la 1999/92/CE (ATEX 137) y la 2014/34/UE (ATEX 114), que especifican los requisitos esenciales para la protección de la salud y la seguridad de las personas y las instalaciones en entornos explosivos. Estas directivas establecen las obligaciones tanto para las personas que acceden a esas zonas, como para los fabricantes de equipos y sistemas destinados a ser usados en zonas con riesgo de explosión ATEX.
Los cepillos industriales y otros equipos de mantenimiento que operan en zonas clasificadas como ATEX deben cumplir con ciertas características. En primer lugar, deben contar con una certificación ATEX que garantice su aptitud para su uso en áreas donde hay presencia de sustancias inflamables. Esta certificación implica una evaluación rigurosa de los materiales como hemos explicado, así como el diseño y los sistemas de protección del equipo.
Los equipos se clasifican en diferentes grupos y categorías dependiendo del tipo de riesgo presente. Por ejemplo, el Grupo I incluye equipos destinados a la minería subterránea, mientras que el Grupo II cubre los equipos utilizados en el resto de las industrias, que son la gran mayoría de las aplicaciones en las que se introducen cepillos técnicos.
Dentro de estos grupos, los equipos se subdividen en categorías, que determinan el nivel de protección frente a explosiones. Los equipos de categoría 1 están diseñados para ofrecer el máximo nivel de seguridad y pueden utilizarse en zonas donde las atmósferas explosivas están presentes continuamente, mientras que los de categoría 3 sólo son aptos para zonas donde el riesgo de explosión es menor.
Equipamiento de mantenimiento ATEX
Además de los cepillos, el equipamiento de mantenimiento en entornos ATEX incluye herramientas manuales y eléctricas, equipos de aspiración, sistemas de limpieza por aire comprimido y un largo etcétera. Todos estos dispositivos deben diseñarse para prevenir la creación de fuentes de ignición.
Por ejemplo, las aspiradoras industriales ATEX utilizan motores con protección intrínseca y sistemas de filtración antiestática para evitar la generación de chispas. Asimismo, las herramientas eléctricas que operan en zonas ATEX se diseñan con carcasas antideflagrantes y circuitos de seguridad, que minimizan el riesgo de ignición.
El mantenimiento preventivo es fundamental para garantizar la seguridad en ambientes ATEX. El uso de equipamiento que cumpla con la normativa ATEX no solo reduce el riesgo de explosiones, sino que también prolonga la vida útil de los equipos y minimiza el tiempo de inactividad por fallos.
Conclusión
Aquellos cepillos industriales y el equipamiento de mantenimiento que se utilice en ambientes ATEX deben cumplir una serie de requisitos especiales en la prevención de explosiones en entornos peligrosos.
La correcta selección de materiales sin chispa y uso de estos dispositivos, junto con un mantenimiento adecuado y el cumplimiento estricto de la normativa ATEX, garantizan la seguridad de los trabajadores y la eficiencia operativa en industrias con atmósferas explosivas.
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