La finalidad del mantenimiento preventivo es maximizar la eficiencia de las instalaciones industriales, anticipándose a los posibles imprevistos, por lo que no es otra que la de evitar paradas no previstas y prevenir accidentes. De este modo, es posible minimizar los efectos del desgaste de la maquinaria por el uso y el paso del tiempo, haciendo los cambios de repuestos según el número de horas que lleven trabajando, independientemente del grado de desgaste que tengan, siguiendo una planificación ordenada, actualizada y controlada.
Es importante implementar un plan de mantenimiento preventivo que sea realista, eficiente y desarrollarlo debidamente, cumpliendo los procedimientos y los requisitos, dotarlo con un presupuesto o recursos necesarios acorde a la actividad, ya que ello puede influir de forma directa en una reducción de costes vía disminución de las paradas por daños o fallos imprevistos y pérdida de capacidad de fabricación, y en la prolongación de la vida útil de la maquinaria y los equipos.
El mantenimiento preventivo en la industria alimentaria
Las operaciones de mantenimiento preventivo son esenciales en la industria alimentaria, con un nivel de exigencia superior al de la industria manufacturera tradicional. El adecuado funcionamiento de la actividad de este sector depende en gran medida del buen hacer de las personas encargadas de la gestión del mantenimiento.
Las plantas de fabricación y las instalaciones de procesamiento de alimentos, además, han de cumplir con regulaciones y estándares muy estrictos en materia de salud y seguridad. Por lo tanto, es una industria que exige un nivel de exigencia mayor que las demás, ya que los componentes que se utilizan en las máquinas, útiles y herramientas han de ser certificados como compatibles para la industria alimentaria, y ser dotados con el certificado FCA.
A modo de resumen, los productos con certificación FDA para industria alimentaria han de ser fabricados únicamente en acero inoxidable y en plásticos compatibles, además las máquinas con las que se fabrican han de ser usados únicamente para este propósito.
Actuar de forma reactiva ante las incidencias no solamente puede aumentar los tiempos de inactividad y retrasar las líneas de producción, sino también poner en peligro el cumplimiento de las regulaciones. Por lo tanto, los técnicos encargados de esta función en una compañía del ámbito de la alimentación son también responsables de la calidad de los productos, así como de conseguir que las condiciones de trabajo sean óptimas y se de la máxima eficiencia de los procesos productivos.
La limpieza en la industria alimentaria
Una de las actuaciones más importantes que ha de incluir un buen plan de mantenimiento en la industria alimentaria es la limpieza. Las empresas han de seguir unos protocolos perfectamente definidos y conocidos por todas las personas que participen de alguna manera en el proceso. Un buen programa de higienización debe garantizar la completa desinfección de las superficies que entran en contacto con los productos alimenticios. El objetivo es combatir la proliferación de microorganismos que puedan contaminarlos o contribuir a su deterioro.
Evitar que cintas transportadoras, mezcladoras, tenderizadoras y demás maquinaria acumulen suciedad y restos de los alimentos es clave en el cumplimiento de los protocolos sanitarios, así como para evitar la contaminación cruzada. Al mismo tiempo, contribuye a alargar la vida útil de estos equipos y, para ello, es necesario disponer de las herramientas adecuadas.
Los cepillos industriales sirven para automatizar procesos de limpieza industrial, así como un sinfín de aplicaciones, ya que se fabrican a medida o bajo una serie de especificaciones técnicas. Estos recambios, generalmente cilíndricos y con fibras de nylon, se adaptan a todo tipo de superficies y permiten llegar hasta los recovecos más inaccesibles. Su diseño facilita, además, la evacuación de los residuos para obtener los resultados deseables, así como evitar o reducir el riesgo de la contaminación cruzada y la proliferación de organismos de forma no controlada.
El papel de la Inteligencia Artificial
Una de las aplicaciones más claras de la utilidad práctica de los algoritmos con IA (Inteligencia artificial) es en el mantenimiento predictivo, ya que de esta manera es la tecnología, es decir un software el que predice cuando, dónde y cómo se van a predecir las averías, y es el que guía el camino al mantenimiento preventivo de las industrias manufactureras en general y de la alimentaria en particular.
Para que la IA genere resultados confiables, éste debe aprender y debe alimentarse con datos previos del comportamiento de las máquinas, de las condiciones de trabajo y de cómo se producen los daños. Para ello hay dos maneras:
La primera es que la empresa industrial tenga un sistema de captación de datos en planta y que éstos se almacenen de manera estructurada para poder sacar partido de los mismos.
La segunda es automática, sin intervención de las personas y es mediante los sistemas IOT que incorporan las máquinas y que envían datos de funcionamiento al fabricante en tiempo real.
Con el paso del tiempo, se genera una cantidad ingente de datos, que son los que alimentan al software de Inteligencia Artificial y éste devuelve resultados cada vez más certeros.
No dejen de hacer mantenimiento en sus plantas industriales agroalimentarias, especialmente el preventivo, utilicen la tecnología digital para el mantenimiento preventivo y cuenten con los cepillos industriales para automatizar procesos.