La contaminación en las grandes ciudades es un tema de actualidad y gran relevancia. Por eso en el post de hoy vamos a hablar sobre la contaminación de las máquinas barredoras.
Una máquina barredora es una máquina del servicio municipal de limpieza viaria, que recoge residuos de las vías públicas.
Con esa afirmación, parece que está claro que hace un servicio de limpieza de los residuos generados en las calles, y por tanto, elimina contaminación de la ciudad, o eso parece a primera vista.
Pero, ¿las máquinas barredoras limpian las calles sin contaminar? La respuesta es que no. Las barredoras contaminan (y las hay que mucho), y lo hacen de varias maneras:
- Muchas se mueven gracias a un motor diésel. Motor que consume gasóleo, y que emiten a la atmósfera (es decir, a las calles de las ciudades) gases contaminantes procedentes de la combustión, como en dióxido de carbono (de efecto invernadero), partículas en suspensión y los temibles óxidos de nitrógeno. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado los gases de escape de los motores diésel como carcinógeno (que produce cáncer).Hay que decir que ha fabricantes que han apostado por introducir barredoras con motores eléctricos, como las ECO, alguna de las Tennant Green Machine entre otras
- Emiten ruido. El ruedo proviene de dos fuentes.
- El rozamiento de los cepillos de barredora mientras barren. Todos los cepillos hacen ruido, desde el cepillo de varilla metálica hasta el de cable recubierto (aunque hay quién lo vende como silencioso, genera contaminación acústica también), pasando por el cepillo mixto, cepillo de recambios o de sólo fibra.
- El propio motor diésel de la barredora, su bomba hidráulica, y las partes móviles genera ruido.
- La teórica afirmación del principio de este texto, de que la barredora elimina la contaminación de las calles no es del todo cierta, ya que simplemente “hace que no se vean” los residuos. Los traslada de las calles de las ciudades al vertedero, incineradora o planta de tratamiento de residuos urbanos, según el sistema de gestión de residuos de cada sitio. (Traslada el problema pero no lo elimina)
Por lo tanto, la conclusión es que se da la paradoja de que las barredoras contaminan (y las hay que mucho) para mantener la cuidad limpia.